Prefiero la primera etapa de Dragon Ball, más inocente, más humorística y con mejores (y delirantes) ideas, pero esta también tiene su punto. Al menos en el cómic, ya que en la serie de animación era una narración soporífera donde con tal de alargar los capítulos, eran capaces de tirarse 3 episodios con miradas a lo Sergio Leone pero sin el mismo talento, claro. Sin embargo, un buen ejemplo de como hacerlo bien es Samurai Jack, donde este tipo de narrativa la dominan a la perfección.
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